Friday, August 29, 2008

Los paisajes del corazon

El tema es darse cuenta de que el otoño siempre llega, supongo que el destino juega un papel importante en el entretenimiento de un niño con el lodo, entonces habría que volverse un poco menos ecuánime, menos flexible, menos piadoso, menos libre. Los errores se pagan caro, son el fardo pesado de alguien que de por si ya esta lo suficientemente cansado, yo aun sigo esperando la señal de que es hora de volver a casa, o por lo menos un camino donde el sinsabor desaparezca, la vida en verdad no es un simple lapso de tiempo, la vida son los momentos donde tenemos esa falsa esperanza de que todo saldrá bien, de que la fe depositada en uno era verdadera, darse cuenta que no hay peor enemigo que la creencia de que todos los días serán respetables, en un futuro será esa la herida que más corta.

No le deseo a nadie que viva en caída libre solo para probar sus propios limites, me sorprendo al ver que la vida contrastada con la ultima cara del dolor en verdad no valen la pena, historia aburrida hasta que es uno el que empieza a sentir que la vida se vuelve en algo mucho mas pesado que el concreto, sentir el peso de las cadenas alrededor del cuello, donde la compasión se sienta en la misma mesa donde se encuentra el sufrimiento y este ultimo habla y poco a poco la otra se vuelve en falsa consejera.

Si la vida que percibimos no es la vida con la que debemos alternar temo por aquellos que tienen su conciencia limpia, recta, intachable. Palabras que me dicen que nada tiene un valor real, que la conciencia no es amiga del hombre, que al buscar en el cajón de las respuestas se volvera en el de las preguntas, temo en las frases que no revelen la sensación de una verdadera herida.

Que los paisajes son bellos, no por que deban de ser asi, sino mas bien lo son por lo que no muestran, por lo que abatidos esconden, son paisajes lo que todos andamos buscando, paisajes que nos lleven hasta donde nos espera ese alguien que ve lo mismo que nosotros, un amor que dibuje algo distinto.

11 comments:

lucía said...

hola

Xavysaurio said...

Me has dejado pasmado...

Que te puedo decir, me recuerda un poco la caverna de platón... solo somos sombras.

saludos compa.

Barbb ♡ said...

uou.
un besito.

Perro Laico said...

Reflexión poca madre Aunque hay algo de emo en esto, te hace escribir chido chido. Clap!

Sergio Lara said...

Lucia: ja! hola.

Xavy: Asi es, solo polvo.

Nenii: Saludos.

Perro laico: ¿Emo? ja! bueno, se respetan todas las opiniones por supuesto, saludos.

Gabriela said...

Todo lo contrario, yo recomiendo ampliamente la caìda libre, el valor de la aceleraciòn es de 9.8 metros sobre segundo cuadrado, no me preguntes como se cuadran los segundos, pero si no probamos nuestros limites, còmo entonces nos enteramos de que ni son?

Gerardo Mariscal said...

Se trata de soledad.
De escalofríos en el estómago, corazón vacío, camas vacías, almohadas vacías, sillas vacías. Simplemente hay cosas que nunca dejan de caer.

Dani Sonrisas Màgicas said...

Y ese comentario que fue?
Bueno...a todo esto, tù tambièn tienes y no creo que eso apene a ninguno de los dos.

Obviamente:
Interesada....pues sì, me gusta el dinero pero cuando es mio.
Antrera...odio los antros desde 2003.
Guapa...bueno eso sì, no creo que a alguien le guste decir que es feo.
Extrovertida...pues màs bien soy bastante selectiva y ya despuès soy amiglabita.
Conoceme!...ja.
Soy un pan de dios con blog y lo quiero, no sè porque, creo que porque no rezonga...en mi perfil pude haber escrito que soy una buena persona pero eso tambièn seria relativamente mentira, asì que...bueno, no hay "asì ques"...

Sergio Lara said...

Gabriela: Por lo general las caídas no duran lo que nosotros queremos y bueno lo de los limites nos advierten que así es.

Vodka: Exacto.

Dani: Exacto.

Silencio said...

Los errores se pagan caro, aunque también trabaja la culpa, si no sale, pues ni modo, será a la siguiente, aunque si, al deliverados, cosas a proposito en las que se falla para que el siguiente intento no sea tan lastimoso, digo, se sabe que va a doler y mejor se falla... la tercera es la vencida. Y todos debemos caer, es algo natural, además apetecible. quien no gusta del vertigo de una caida ya que no pudo evitarla?

Saludos

Sergio Lara said...

Silencio: E sabido de caidas que no dejan ningun sabor dulce, pero claro si uno aprende a saborear cada cosa sin prejuicios supongo que luego ni se siente lo amargo, ni lo tupido.